MADAME CURIE BENEFACTORA DE LA CIENCIA
En Varsovia, un de patriotas solía
reunirse para conspirar contra la dominación rusa que oprimía a Polonia a fines
del siglo pasado. Una frágil joven, María sklodowska, era miembro del grupo.
Ella nació en 1867 y era hija de un profesor universitario. Cuando adelantaron
al grupo. María tuvo que huir a parís. Donde estudio en Sorbona, trabajando
para sostenerse.
Su
trabajo era muy humilde y vivía precariamente, con una deficiente alimentación;
no obstante, gracias a su inteligencia, pudo graduarse. En 1894 conoció a
Pierre Curie, un tímido joven científico. Poco tiempo después decidieron
casarse y empezaron a trabajar juntos en investigaciones científicas. Henri
becquerel descubrió, en 1896, que el uranio emitía rayos de características muy
especiales. A esta propiedad se le llamo radioactividad. Y
aquella joven polaca conocida hoy como MADAME CURIE, decidió investigarla.
Encontró que otras sustancias también tenían la misma propiedad. Sus arduos
trabajos fructificaron al descubrir un nuevo elemento radioactivo, al que llamo
“RADIO” y al cual había logrado aislar, con la ayuda de Pierre, de un mineral
llamado PECHBLANDA.
En abril de 1906, al cruzar una calle, Pierre Curie resbaló inesperadamente en el preciso momento en que el carruaje corría por la misma vía. El vehículo lo atropelló, y Pierre murió instantáneamente. La irreparable pérdida truncó su cátedra en la universidad y las investigaciones que, junto con su esposa, realizaban con el dinero que percibían de la propia universidad. Así, habían descubierto que el nuevo elemento era substancia muy peligrosa; Pierre había sufrido quemaduras en un brazo expuesto a la radiación del metal, y una exposición mayor podía causar la muerte. En reconocimiento de sus investigaciones, la Real sociedad Británica les había otorgado una medalla. Mas la tragedia no abatió a Madame Curie. Se sobrepuso a su dolor y con valentía sucedió a su esposo en la cátedra de física y continuo investigando. La ciencia sería la única razón de su vida.
Su voluntad se impuso y recupero la vista. Hasta su
muerte en 1934, no interrumpió sus trabajos. A sus investigaciones se debió el
conocimiento de que los poderosos rayos pueden destruir los tumores malignos
dentro del cuerpo humano sin dañar los tejidos sanos. Esta famosa dama es un
genio benefactor de la humanidad, por eso su nombre debe recordarse con
admiración.