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LAS FASES DE LA LUNA

 


Cuando la luna se encuentra entre la tierra y el sol (A), la luz  solar no ilumina nuestro satélite y no podemos verlo; esta fase es la denominada LUNA NUEVA. Como la luna continua moviéndose, la luz solar va alcanzando una pequeña parte de su superficie (B) y la porción iluminada aumenta, hasta que llega al PRIMER CUARTO, en el cual aparece iluminada la mitad del disco (C). El aumento del área iluminada continúa hasta que llegan a verse tres cuartas partes del disco en el llamado CUARTO CRECIENTE (D) .Al colocarse el sol y la luna en una  aparente línea recta a ambos lados de la tierra, todo el disco lunar aparece iluminado por los rayos solares y entonces tenemos la LUNA LLENA (E). A partir de esta fase comienza a reducirse la porción iluminada de la luna llena (F) hasta que una semana después de la luna llena sólo aparece brillando la mitad de la luna; este es el CUARTO MENGUANTE (G) al cual sigue después la LUNA NUEVA.
  
           
LOS ECLIPSES DE LA LUNA                                                                                  


Los eclipses de la luna asustaban a nuestros antepasados casi como los del sol.Por la luna en todo su esplendor parecen pasar un velo que a veces la oculta por completo.Como todos los cuerpos opacos cuando se iluminan, la tierra proyecta una sombra. Al ser esférico nuestro planeta, dicha sombra tiene forma cónica, muy puntiaguda, puesto que mide millón y medio de kilómetros. Ahora bien, la luna gira a 384.000 kilómetros de distancia de la tierra. Nuestro satélite puede, pues, encontrarse con esta sombra en el curso de este recorrido; si penetra completamente en ella, queda envuelto y deja de ser visible. Entonces el eclipse es TOTAL. Si por el contrario, solo una parte de la luna se sumerge en el cono oscuro, el eclipse es PARCIAL.
En el curso de un eclipse total, la luna puede ser invisible, pero también ocurre que se distinga su contorno todavía iluminado débilmente por una claridad rojiza. En efecto, las capas bajas de la atmosfera no dejan pasar más que los rayos rojos del sol. Un eclipse de luna es visible al propio tiempo desde todos los puntos del globo en que la luna pase por encima del horizonte.  

LAS  MAREAS                                                   

La luna ejerce sobre la tierra una atracción bastante considerable. Ciertamente, la potencia atractiva de nuestro satélite es bastante débil, pero la corta distancia entre tierra y luna permite a este pequeño planeta ejercer una gran influencia sobre su voluminosa compañera, especialmente sobre su superficie.
Bajo los efectos de la atracción lunar, la capa oceánica del Globo terráqueo se hincha ligeramente y toma forma de un huevo. Esta hinchazón de los mares  crea a lo largo de las playas una depresión en la masa liquida.
           Al irse desplazando la luna hacia el Oeste, las olas se alzan en su misma dirección. La marea llega así hasta las costas, bate los acantilados, y cubre las playas. Entonces se dice que la mar esta alta.
La luna, sin embargo, continúa su curso. Se  aleja de las costas donde las aguas se retiran. Se dice  que la mar esta baja cuando el oleaje desciende a los pies de los acantilados, descubriendo las playas e incluso dejando en seco las embarcaciones de algunos puertos pequeños.
El agua de los océanos no se hincha en forma de huevo únicamente por la parte  del mar  que mira hacia la luna. Lo mismo acontece en la cara opuesta de la tierra. En efecto, la luna atrae mucho más fuertemente el núcleo del globo terráqueo que su cara opuesta. Dicho de otro modo, lo que entonces ocurre es que son las tierras las que, al sustraerse provocan la hinchazón del oleaje.
Durante las veinticuatro horas de rotación de la tierra, hay dos pleamares y dos bajamares. La atracción del sol todavía complica más este doble fenómeno de las mareas. Su acción puede sumarse a la de la luna y amplificarla, o por lo contrario aminorarla. Con todo y ser enorme en comparación con nuestro satélite, el sol se halla tan  alejado del sistema tierra-luna (150 millones de kilómetros) que su influencia no llega a la mitad de la ejercida por la luna.
Cuando el sol y la luna se encuentran en línea con la tierra, sus acciones se suman. Estas mareas, denominadas mareas vivas, son muy fuertes. Cuando la luna no muestra más que uno de sus cuartos su acción se halla contrarrestada por la del sol. En este caso las mareas, denominadas mareas muertas o mareas de cuadraturas, son flojas.





                        

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