SABIOS ILUSTRES
Sus fecundos descubrimientos fueron el fruto el producto de
un prodigioso esfuerzo de paciencia. Primero se familiarizo con el cuenta hilo,
luego construyó microscopios que revelaron un universo totalmente nuevo
para sus contemporáneos. Es considerado como el padre de la bacteriología; pues
fue el primer hombre que observo las bacterias. Su nombre es ANTONIO VAN
LEEUWENHOEK.
Los microscopios de Leeuwenhoek eran simples; Solo poseían
una pequeña lente, casi esférica, montada entre placas de metal. Sin embargo,
con este aparato tan sencillo, logró descubrir la estructura de las fibras
musculares y los glóbulos rojos de la sangre humana. Sus observaciones en
renacuajos vivos condujeron a demostrar la existencia de finísimos conductos
que se llaman ahora ´´capilares´´.
En otros estudios de Leeuwenhoek observo los protozoarios en
el agua estancada, reveló la existencia de los espermatozoides, describió con
asombrosa fidelidad las estructuras de la piel y de los cabellos, detalles de
los insectos, etc...
Su triunfo más grande provino, sin embargo, al examinar el sarro de sus propios dientes. Con gran sorpresa, vio una gran cantidad de ´¨bestezuelas que se movían de un modo muy divertido´¨. Notó, en las mayores, movimientos muy vivaces y activos: Las veía moverse a través de la saliva ´¨con la velocidad del pez en el mar¨. Casi con seguridad fue ésta la primera vez que se observaron las BACTERIAS, tan importantes en la putrefacción y las enfermedades, y en la vida de muchos seres.
Su triunfo más grande provino, sin embargo, al examinar el sarro de sus propios dientes. Con gran sorpresa, vio una gran cantidad de ´¨bestezuelas que se movían de un modo muy divertido´¨. Notó, en las mayores, movimientos muy vivaces y activos: Las veía moverse a través de la saliva ´¨con la velocidad del pez en el mar¨. Casi con seguridad fue ésta la primera vez que se observaron las BACTERIAS, tan importantes en la putrefacción y las enfermedades, y en la vida de muchos seres.
En 1676 comunicó
Leeuwnhoek sus primeros descubrimientos a la Real Sociedad de Londres, la que
reconoció su enorme valor científico y lo designó como uno de sus miembros
extranjeros, junto a los grandes sabios de la época. Sus hallazgos y observaciones posteriores fueron
igualmente comunicados a aquella institución, en un total de 375 cartas
ilustradas con curiosos dibujos, Tales documentos son de gran importancia para
la historia de la ciencia, sobre todo los que se refieren al descubrimiento de
las bacterias, ya que representan el primer paso en el estudio de estas plantas
microscópicas de tanta trascendencia para la salud del hombre.
Leeuwnhoek fue
un fecundo innovador. Sus contemporáneos
Juan Swammerdam, Marcelo
Malpighi y Roberto Hooke también contribuyeron
al nacimiento de la microscopía, pero no alcanzaron la misma exactitud. Su
influencia fue profunda y su fama muy grande. Murió en 1723.