TACTO Y SENSIBILIDAD AL DOLOR
LA SENSIBILIDAD ESTA EN LA PIEL Hagamos un sencillo experimento: Tomemos unos compas y separemos sus puntas cuidando de que la separación no sea mayor de seis centímetros. Luego apliquemos las dos puntas sobre la piel de la parte superior del brazo y observemos que la sensación es como si hubiéramos apoyado una sola de las puntas. El efecto será mucho más interesante si lo empleamos como entretenimiento con un amigo que, sin mirar, deba adivinar cuantas son las puntas apoyadas sobre su brazo. Casi seguro es que se equivoque y afirme que se trata de una sola.